El Fracaso del "Lobo Solitario"

Una lección sobre individualismo desde Plaza Francia, Aconcagua.

Luciano en Plaza Francia, Aconcagua, con la Pared Sur de fondo

Por Luciano Paolo Russo - El Sondeador de Los Andes

Hay un lugar en el Aconcagua que no es cumbre, pero que te define. Se llama Plaza Francia. Es el campamento base de la temible Pared Sur, a 4.200 metros. No se puede acampar allí; se llega en una larga caminata de aclimatación desde el campamento Confluencia, y esa caminata es una lección en sí misma.

He guiado a muchos grupos en esa travesía. El aire ya es fino y cada respiración es un trabajo consciente. El sol pega fuerte, pero el viento helado que baja del glaciar te recuerda dónde estás. Es un lugar que te saca de tu zona de confort y te obliga a estar presente.

En nuestra cultura, celebramos al "lobo solitario". El emprendedor que "se hizo solo". El ejecutivo que toma decisiones difíciles. El genio individualista. Es un mito poderoso. Y desde la comodidad de una oficina, es un mito que parece funcionar.

En la caminata a Plaza Francia, ese mito se derrumba.

La Ilusión del Propioverso

He visto al "lobo solitario" en esa caminata. Es fuerte, competente, autosuficiente. Su equipo es impecable, su mente está enfocada. Está completamente encerrado en su Propioverso (su universo interior). Su meta es llegar al mirador, y los demás son, en el mejor de los casos, acompañantes; en el peor, un retraso.

Pero la montaña, como la vida, no pone a prueba tu fuerza. Pone a prueba tu capacidad de conexión cuando estás incómodo.

A mitad de camino, el "lobo solitario" se aísla con sus auriculares. Pero la montaña pasa factura. Se le acaba el agua y no quiere pedir. O el sol le quema la nuca porque no pensó en cómo se movería. O, simplemente, el peso del silencio y la inmensidad de la Pared Sur le empiezan a pesar en la moral.

Su Vyda (su fuerza vital) empieza a agotarse, no por falta de fuerza, sino por falta de conexión.

El "Sonder" a 4.200 Metros

Mientras tanto, otro grupo camina. No son súper-atletas. Pero van en Comunión Profunda. Van charlando, marcando el paso juntos. Uno comparte sus frutos secos. Otro le avisa al de atrás que una piedra está suelta. Se "sondean" mutuamente.

"¿Cómo vienes?"

"Toma un poco de mi agua."

"Buen ritmo, sigamos así."

Estas no son frases de cortesía. Son el tejido de la cordada. Es el momento de Sonder puro: la realización de que tu bienestar depende del bienestar del Alterverso (el universo interior) de tu compañero. Tu energía está atada a la de ellos.

El "lobo solitario", aunque llegue primero al mirador, llega vacío. Fracasó en la lección. Descubre que su Propioverso no es suficiente. El individualismo es un lujo que solo se puede permitir cuando las condiciones son fáciles.

El equipo, la cordada, llega junta. Quizás más lento, pero llegan más fuertes. No porque sean más fuertes individualmente, sino porque su Vyda combinada crea una energía que la altura no puede disipar.

La Lección de la "Cordada" en tu Oficina

Tu equipo de trabajo no está escalando la Pared Sur, pero enfrenta sus propias tormentas: fechas de entrega, presión de resultados, clientes difíciles.

¿Y cómo responden? ¿Como "lobos solitarios"?

¿Cada uno protege su "territorio"? ¿Oculta información para mantener el poder? ¿Ve al colega de al lado como una función ("el de finanzas") en lugar de como un Alterverso ("Martín, que está sobrepasado")? ¿Compiten por el reconocimiento individual en lugar de compartir la carga?

El "lobo solitario" en la empresa es el que se quema (burnout). Es el que genera silos. Es el que, por proteger su Propioverso, debilita la Vyda de todo el equipo.

El Sonderismo, el arte que he traído de la montaña, es el entrenamiento para construir una cordada. Es usar herramientas (como el Dado Sonderista) para que el equipo deje de verse como una suma de individuos y empiece a sentirse como un solo cuerpo. Uno que se cuida, se apoya y avanza junto.

En Plaza Francia, la lección es simple y clara: la conexión no es una "habilidad blanda". Es el único refugio que existe.


¿Tu equipo opera como una cordada o como una manada de lobos solitarios? Si sientes el frío de la desconexión, hablemos. Explora mis servicios de asesoría para equipos o inicia tu viaje personal con una sesión de consejería en mi sitio web.